¿Cuánto incide el tabaquismo en el aprendizaje?


Un estudio desarrollado conjuntamente por la Universidad Carlos III y el Servicio de Epidemiología de la Comunidad de Madrid, ha revelado una fuerte relación entre el rendimiento en los estudios y el tabaquismo.
Aquellos alumnos que no fumaban han mostrado una mejor productividad, y entre aquellos que si fumaban cuánto menos lo hacían, mejor era el rendimiento.




“Nos hemos encontrado con que el consumo de tabaco es 3 o 4 veces más frecuente en los estudiantes con una muy baja productividad, que en los que obtenían mejores calificaciones”, revelan los autores de la investigación.

Del mismo modo, se enfatiza en la relevancia que tiene la pasividad de los padres en este tema, ya que en el caso de los estudiantes que alegaron no tener autorización de sus progenitores para fumar, la probabilidad de consumir tabaco se acotaba casi un 50%.


El tabaco y el contexto hogareño

El resultado de la investigación considera que no es relevante el tipo de centro educativo ni el nivel de formación de los padres del alumno como factor que disminuya o aumente la probabilidad de fumar. Lo que sí se considera relevante es la influencia del entorno familiar como agente de desarrollo en las conductas de los estudiantes.

“La  probabilidad de adquirir el habito de fumar es muy superior en aquellos grupos familiares donde algún integrante consume habitualmente tabaco”, señalan los investigadores.


Tabaco y políticas preventivas

En cuanto a medidas preventivas, no todos los centros educativos son igual de eficientes, los hay unos mejores que otros, ya sea porque destinan más recursos humanos o destinan más medios a este problema.  

Por ejemplo, en algunos centros hay más vigilancia en los tiempos libres de los alumnos (recreos, etc.), mayor control en las afueras del lugar de estudio o un mayor número de tareas para ayudar a prevenir una futura adicción, como cursillos o charlas con los estudiantes.

Los establecimientos con mejores medidas preventivas, tienen menor probabilidad no solo que sus alumnos fumen en el exterior o interior del centro, sino, lo más importante, que sean futuros fumadores.
  
Hasta el momento, los intentos de prevenir el tabaquismo en los centros estudiantiles se centraron fundamentalmente en actividades educativas en el ámbito la salud, pero escasamente se habían enfocado en aspectos más globales, como ser el peritaje de los efectos de medidas que restringen la comercialización  y estímulos publicitarios al tabaco.

Asimismo, los autores del estudio también examinaron otros factores afines a la salud de los alumnos, como el de estimular en cuanto a la práctica de actividades deportivas y el seguimiento de una alimentación beneficiosa.


El estudio

Para llevar a cabo esta investigación, se recopilaron los datos en base a una serie de preguntas dirigidas a estudiantes de distintos centros educativos de la Comunidad de Madrid,  en total  unos 9100 alumnos de unos 200 establecimientos.

Por otra parte, se entrevistaron a casi 100 directores de distintos institutos para recabar información sobre las políticas del instituto con respecto a las medidas que éstos aplican en lo que a tabaquismo se refiere.
  
La exploración de los datos se basó en un patrón que combina la información conseguida en distintas categorías, ya sea a nivel del centro educativo y personal.