Estrés y ansiedad: 5 consejos para comenzar a practicar meditación


Si bien hay muchas técnicas para tratar el estrés, la ansiedad o la irritabilidad, pocas dan tanto resultado como la meditación.
Le solicitamos a un grupo de personas que hoy practica meditación habitualmente, que nos dijeran cual fue el mejor consejo que recibieron antes de comenzar, veamos los 5 más comunes.



Uno de los principales problemas de la meditación* es comenzar, algunas personas dicen no tener tiempo, otras en principio, no creen que les pueda dar resultado.
Pero después que se comienza (y sobre todo cuando se empiezan a ver resultados) la cosa cambia.
Este artículo quiere brindar algunos datos para las personas que están por dar ese primer paso.

*Cuando hablamos de meditación, en realidad estamos hablando de distintas técnicas de meditación y relajación, usted verá cual es la que más se adapta a sus necesidades, personalmente nosotros practicamos la “relajación progresiva de Jacobson”, de la cual se obtienen excelentes resultados (hay varios vídeos instructivos en Youtube sobre esta técnica).


Comencemos:


1) Empiece de a poco, 3 a 5 minutos la primera vez

Algunos datos recogidos por usuarios que hoy son prácticos meditadores, muestra que la mayoría de ellos, de principiantes, empezaron con sesiones de 3 a 5 minutos y a medida que comenzaron a ver resultados y sentirse mejor, fueron extendiendo ese lapso de tiempo.




2) Entender que es la meditación
  
La meditación es una manera de aumentar su capacidad de resistencia al estrés. Si usted padece de trastornos de ansiedad, le ayudará a calmar su sistema nervioso.
Se dice que las personas que encuentran más útil la meditación, son aquellas que padecen de rumiación (pensar demasiado en cosas no deseadas). Esto tiene sentido ya que la meditación se trata de enfocar su atención en algo, por ejemplo las sensaciones de la respiración.


3) Comprender los principios de la meditación

Quienes están por comenzar a practicar alguna técnica de meditación, piensan que el objetivo de la meditación es llegar al punto en que pueden concentrarse sin distraerse. Uno de los objetivos principales es tomar conciencia de lo que se está pensando, esa es la base del éxito de toda terapia cognitiva.
No se pueden reestructurar los pensamientos si no se ha desarrollado antes, la capacidad de identificar los mismos.
Otro objetivo útil para los principiantes, es ser capaz de redirigir su atención a un punto de enfoque.
  

4) Medita a tu manera

Sobre este punto ya hablamos algo al principio. Hay muchas técnicas de meditación y relajación, encuentra la que más te guste o te sientas mejor.
Es recomendable comenzar con una técnica sencilla y si después quieres, pasar a otra más avanzada.
Hay mucha gente que comenzó con una técnica y no la ha variado.
Otro punto es si meditas con música o no, hay gente que lo hace con auriculares o música ambiente, pero los hay también quienes lo prefieren hacer en silencio. En las primeras sesiones busca lo que te quede más a gusto.
La postura también es importante, no necesariamente debes ponerte en la posición zen tradicional, puedes meditar incluso acostado si quieres.


5) Reducir todo el pensamiento

Hay gente que cree que el fin de la meditación es “no pensar en nada” durante la práctica, esto no es del todo cierto. Hay meditadores que logran quedar en blanco, pero no son todos, los pensamientos pueden seguir fluyendo en tu cabeza y tú poder seguir meditando tranquilamente. 



Para terminar…

En el gráfico que vemos a continuación, muestra que los principiantes que practicaron durante 11 días, más del 90% continuaron al día 12. Se puede ver que la pendiente de la línea empieza a ser más plana alrededor del día 8.
Esto quiere decir, que si no se abandona en los primeros días, después es más difícil hacerlo. Hacer un proyecto de meditación de 20 o 30 días, es una buena manera de empezar.