¿Cuántas investigaciones hacen falta para convencer a una
persona de que el ejercicio físico moderado evita o aplaca estados depresivos?
Pues bien, el último número de la revista American Journal
of Preventive Medicine publica un artículo de un estudio realizado por la Universidad de
Toronto, en Canadá.
Un grupo de profesores de la universidad canadiense, han
efectuado la recopilación sobre 26 años de investigación científica, en la cual se concluye
que realizar niveles moderados de actividad física, como por ejemplo caminar 30
minutos al día, puede prevenir o aliviar la depresión a largo plazo, sin
importar la edad.
La búsqueda se llevó a cabo durante el año 2012 en las
siguientes bases de datos: Medline, Embase, PubMed, SportDiscus y PsycInfo.
El sudor y los neurotransmisores
El sudor y el ejercicio físico hacen que la gente se sienta
bien.
Nuestras mentes y nuestros cuerpos están programados para
sentirse bien cuando hacemos ejercicios. Se trata de un diseño biológico
necesario para nuestra supervivencia.
Todo lo que los seres humanos necesitamos para sobrevivir:
comida, agua, dormir, relaciones sexuales, relaciones sociales y ejercicio
físico, están diseñados para liberar una cascada de neurotransmisores gratificantes,
que es lo que hace que volvamos por más.
La mayoría de la gente que hace ejercicios, tiene una rutina
preestablecida, un régimen de entrenamiento, esto es por lo bien que se sienten los seres humanos después
de un entrenamiento. Sudor es igual a felicidad, es un hecho neuro-biológico
universal.
El ejercicio físico y la depresión
Dada la altísima prevalencia de depresión en el mundo
moderno, se necesitan más estudios para identificar todos los factores que
causan y que podrían prevenir la depresión. Cada vez más, la actividad física está
siendo reconocida como una herramienta eficaz para el tratamiento y la
prevención de este mal.
Después de un exhaustivo proceso de selección, los
investigadores se decantaron por 25 estudios, dada la alta calidad metodológica
de cada uno y porque además, ninguno de ellos está relacionado entre sí.
Entre los 25 estudios finales, hay más de 6300 seguimientos
a individuos adultos de amos sexos y de prácticamente todas las edades.
Una de las conclusiones más importantes que se halló, es que
en prácticamente todos los estudios señalaban que incluso en niveles muy
moderados de actividad física (bastaría con caminar unos 30 minutos al día) para prevenir futuros episodios de depresión.
Por otra parte, el ejercicio moderado podría reemplazar a
costosos medicamentos con efectos secundarios.
Desde la perspectiva de la salud pública, la promoción de la
actividad física es una estrategia de salud mental valiosa. Promover el
ejercicio podría reducir el riesgo de las repercusiones personales, sociales y
económicas de la depresión.
En los últimos tiempos, los expertos en salud mental están
buscando distintas formas de tratar la depresión sin medicamentos (que por otra
parte, la mayoría de ellos son muy caros).
Los especialistas aseguran que: “Más que nunca necesitamos
una estrategia de prevención, tenemos que buscar el enfoque y la manera
de resguardar a las personas de la depresión, antes que ésta se produzca.”
Recomendación final
Los autores de esta recopilación concluyen que el ejercicio
físico definitivamente vale la pena. Si ya lo practicas, debes sostenerlo. Si
en cambio, no eres físicamente activo, deberías iniciar una rutina, aunque más
no sea caminar media hora todos los días que puedas.
Recuerda que la mayoría de los especialistas señalan a la
depresión, como la gran pandemia del siglo XXI.